Monday, April 20, 2009

All (vido)

Lo sé.
La lluvia de primavera no le viene bien a mi asma,
ni este frío polar a mis rodillas,
ni quejarme de la soledad aumentará mi autoestima ya maltrecha.

Recordarte no va a ser la respuesta a mis plegarias.
Caminar, ni diez, ni cien, ni cien mil kilómetros
van hacer mella en mi memoria.

Ni que me veas bien, ni que me escuches bien
disminuyen un ápice lo que me duele que estés lejos.

Huir no tendrá un efecto terapéutico, hermenéutico, o laxante.

Expulsarte de mí, ni así sea un gramo, me hará sentir mejor.

Pero tengo que hacer
lo que por mi mismo no ha hecho nadie.

Esconder la cabeza entre las piernas; ni entre otras piernas, ni entre la gente, va a procurarme alivio

Cada paso que dé alejándome
no me hará ni más sobrio, ni más fuerte, ni más pobre, ni más humano
porque cada cordón umbilical que rompa,
cada piedra que tire contra el cristal de mi tejado
cada caricia que venda por limosnas, cada proyecto en que me embarque
no va a ser más que un misterio reacio a resolverse; por la paz o por la guerra.

Lo sé.
Cada linea que comienzo te clava nuevamente
en el sitio del que pensaba ; mi corazón, te había arrancado.

Experimento con lava, con odio y con dolor
y me resulta tan inutil
como un tirachinas derribando al Sol.

Lo sé.
Esta estación siembra imposibles en mi ducha y en mi cama.

Esta melancolía no se cura ni con ron, ni con salidas al acecho de otro culo.
Ni mirando hacia una vía que se cierra sin consuelo.

Escrito está.
El pasado es un espejo reflejando lo que fue y no volverá,
así los truenos se empeñen y conviertan el agua en fluido primordial.
En estos casos,
lo mejor es soltarle las amarras al recuerdo
que se eleve como un globo o se estampe
con su vicio de pasado contra el suelo.

Wednesday, September 24, 2008

Inventario

¿Hubiera más fácil si fuesemos
amantes tradicionales de cama y mesa,
domingos con tus padres,
una vez al año en casa de los míos,
hipoteca y coche,
vuelta por la tarde y beso en la mejilla:
- ¡Hola amor!, ¡Hola amor! -,
problemas laborales,
desajustes económicos,
afinidad total en lo político
- mejor no hablar de ciertos temas -
y misionero?

¿ Hubiera sido más fácil
hablar de matrimonio y esperar.
elegir traje de bodas,
una ginecóloga y una clínica,
un colegio laico y francés para los niños,
- pensar en ellos
como en una posibilidad
entre inmediata y remota -
y unas vacaciones acordes a nuestra posición social
pequeño - pequeño - pequeñísimoburguesa?

¿Sería más sencillo
por las tardes pasear por el Retiro,
sentarnos los lunes ante la tele;
y en cuatro años
comprar un monovolumen,
viajar por España, y una noche
en San Juan de Alicante
tomarte las manos, viejas y huesudas
y decirte, "Te quiero, Pitu ..."?

Habría sido bueno.
Todas las opciones eran posibles y plausibles.
Por eso no están muertas.

Saturday, September 20, 2008

Monday, September 15, 2008

Cuando algo acaba, y cuando algo comienza.

Cuando llegamos a casa, hacía como 20 minutos que el amor se nos había caído del coche en marcha, y rodando y rodando lo fuimos dejando atrás hasta que; fuera del campo visual, y sin que ninguno de los dos se enterase, exhaló su último suspiro. Caminamos juntos, pero guardando una distancia prudencial y dolorosa. En otras ocasiones, le habría secado las lágrimas, le habría apretado contra el pecho y habría llorado yo también. Luego, me secaría los ojos con el envés de la mano, y habría huido, alejando me del cadáver de sus sentimientos moribundos. Pero en esta ocasión me quedé, hablamos como viejos amigos a los que se le iba la pasión de entre los labios, y nos fuimos a la cama a pasear nuestros respectivos insomnios a lo largo y lo ancho de la almohada.

Sin dudas, fue la noche más larga de mi registro de noches largas y de insomnios.

A la mañana siguiente, nos marchamos cada cual por nuestro lado, cada uno con su procesión a cuestas.

Tuesday, March 15, 2005

teléfono 2

Descubrió que se había quedado pegado a la pantalla del móvil, cuando saltó un número. El aparato vibró como si la vida se escapara de su estructura en ese instante. El número parpadeó dos veces en la pantalla y desapareció. 1 Llamada perdida. Decidió acabar con la farsa. Eran las 16:25h y, como cada tarde llegaba la llamada; puntual. Llamó. Un sonido, como de niños correteando y gritando, lo que aparentaba ser ambiente de parque, rumor de aire entre las hojas, en un segundo plano, y más cerca del altavoz del teléfono una respiración agitada, entrecortada, confusa. Un buzón de voz que no pertenecía a nadie, a ninguna voz. Revisó la cobertura. Quizá, pensó, no fuese suficiente. Pero el teléfono de cobertura andaba bien; de carga próximo a morir. Envió un mensaje. Experimentó variantes: Quién ers?, Prdona xo tngo 1 llam tuya y n t cnzco, o Te conozco, sin más. Al final desistió. El teléfono, tan activo aunque fuese por ese breve periodo de tiempo, ahora parecía realmente muerto. Y si fuese alguien en peligro? Sonrió de su propia inocencia. Nadie en peligro cuelga una llamada. Grita desesperado, se enreda en súplicas, se vuelve loco, pero no cuelga el teléfono.

El teléfono destelló nuevamente. Dos veces antes de apagarse .

Monday, March 14, 2005

Seguía consumiéndose el cigarrillo en su dedos, y él mirando la pantalla del móvil. No podía imaginarse quién le estaría gastado la macabra broma de llamarle todos los días dos veces a la misma hora. Miraba el número, 65. ... ... con curiosidad y furia. Nadie contestaba, y era consiente de la causa: él tampoco lo hacía. No era desdén o abandono, simplemente le parecía un gasto prescindible.