Wednesday, September 24, 2008

Inventario

¿Hubiera más fácil si fuesemos
amantes tradicionales de cama y mesa,
domingos con tus padres,
una vez al año en casa de los míos,
hipoteca y coche,
vuelta por la tarde y beso en la mejilla:
- ¡Hola amor!, ¡Hola amor! -,
problemas laborales,
desajustes económicos,
afinidad total en lo político
- mejor no hablar de ciertos temas -
y misionero?

¿ Hubiera sido más fácil
hablar de matrimonio y esperar.
elegir traje de bodas,
una ginecóloga y una clínica,
un colegio laico y francés para los niños,
- pensar en ellos
como en una posibilidad
entre inmediata y remota -
y unas vacaciones acordes a nuestra posición social
pequeño - pequeño - pequeñísimoburguesa?

¿Sería más sencillo
por las tardes pasear por el Retiro,
sentarnos los lunes ante la tele;
y en cuatro años
comprar un monovolumen,
viajar por España, y una noche
en San Juan de Alicante
tomarte las manos, viejas y huesudas
y decirte, "Te quiero, Pitu ..."?

Habría sido bueno.
Todas las opciones eran posibles y plausibles.
Por eso no están muertas.

Saturday, September 20, 2008

Monday, September 15, 2008

Cuando algo acaba, y cuando algo comienza.

Cuando llegamos a casa, hacía como 20 minutos que el amor se nos había caído del coche en marcha, y rodando y rodando lo fuimos dejando atrás hasta que; fuera del campo visual, y sin que ninguno de los dos se enterase, exhaló su último suspiro. Caminamos juntos, pero guardando una distancia prudencial y dolorosa. En otras ocasiones, le habría secado las lágrimas, le habría apretado contra el pecho y habría llorado yo también. Luego, me secaría los ojos con el envés de la mano, y habría huido, alejando me del cadáver de sus sentimientos moribundos. Pero en esta ocasión me quedé, hablamos como viejos amigos a los que se le iba la pasión de entre los labios, y nos fuimos a la cama a pasear nuestros respectivos insomnios a lo largo y lo ancho de la almohada.

Sin dudas, fue la noche más larga de mi registro de noches largas y de insomnios.

A la mañana siguiente, nos marchamos cada cual por nuestro lado, cada uno con su procesión a cuestas.